Fuente: Antena3 Noticias
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Sí,
es cierto, probablemente, la silla de ruedas de Lexi ensucie la moqueta (aunque
habría que comprobarlo).
Sin
embargo, la vida de muchas personas que, como Lexi, se mueven en una silla, (o caminan
ayudados de un bastón, o se comunican con las manos, o no oyen, o no saben leer…), se ven tristemente salpicadas por cosas peores que un poco de polvo y barro.
El
egoísmo ensucia mucho. También la falta de empatía, la intolerancia y el
egocentrismo. La injusticia deja unas manchas horribles, negras, profundas, de
esas que cuesta hacer desaparecer y que, incluso con el tiempo, siguen
notándose. La ignorancia, en cambio (aunque también ensucia), con un lavado
intenso, y frotando con energía puede disolverse. Creerse por encima de los demás y
no respetar sus derechos es algo que deja unos lamparones grandes, de esos que
se extienden y que, hagas lo que hagas, quedan fijos para siempre.
Y,
aviso, esto sí es suciedad de verdad. De la buena.
De
esa que no se va con un poco de agua y jabón.
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