martes, 18 de diciembre de 2012

Aprender a ser responsable


No se puede entender la autodeterminación sin la responsabilidad. Cuando enseñamos a tomar decisiones, realizar elecciones, resolver conflictos, etc. debemos enseñar, paralelamente, a asumir las consecuencias de los propios actos. Las personas con discapacidad no son una excepción. Cuando los padres apoyan a sus hijos para que sean cada vez más responsables, estarán promoviendo también su autoestima, autoconfianza, independencia y sentido de control.

Sugerencias para padres
  1. Habla con tu hijo sobre la importancia de la responsabilidad y la organización. Hay muchos entornos y actividades en las que la persona puede ser responsable (en el colegio, en casa, con la familia, con los amigos…) Hacerle ver las consecuencias positivas que tiene asumir responsabilidades. 
  2. Ayuda a tu hijo a crear una lista de tareas diarias. Verbalizar este proceso mencionando las tareas que tienen que hacer los padres, le servirá de modelo. Ej. “Hoy tengo que llamar al médico y llevar el coche al taller, ¿y tú qué tienes que hacer?” Utilizar fotografías, pictogramas, tablones, etc. si es el caso.
  3. Utiliza sistemas visuales para ayudar a tu hijo a organizar sus responsabilidades y favorecer la autorregulación (listado de tareas, calendarios, sistema de fichas…)
  4.  Dale alguna responsabilidad en casa. Lo importante es favorecer la participación del niño /persona con discapacidad en las tareas y dinámicas familiares (más allá de que la tarea en sí sea “funcional”). Siempre hay tareas adecuadas a las capacidades de cada uno. Por ejemplo, regar las plantas, avisar de cuándo está la basura llena, colocar la caja de leche en la nevera cuando sea necesario, bajar las persianas por la noche...
  5. Fomenta la responsabilidad en torno a las tareas escolares. Es la forma más natural de favorecer este aprendizaje en el niño. Proporcionarle los apoyos adecuados para que realice las tareas, preparar un horario, contabilizar los tiempos, proporcionar recompensas, etc.
  6.    Introduce a tu hijo en el manejo y comprensión del dinero. Darle de manera estable una paga, acordar un plan de ahorro, permitirle comprarse caprichos con sus pagas, etc. Entrenar el manejo y uso del dinero a través del juego simbólico y rutinas diarias (por ejemplo, ir a comprar el pan).
  7.  Aprovecha diferentes actividades familiares para dar responsabilidades a tu hijo. Por ejemplo, al hacer la compra, preparar un cumpleaños, organizar la cena de Navidad… Otorga pequeños encargos a tu hijo que dependan únicamente de él mismo (“encargado de las invitaciones, encargado de los postres”).
  8. Permite que tu hijo experimente las consecuencias de sus acciones (también cuando son negativas). Por ejemplo, si no ha hecho la tarea puede que se quede sin ver la televisión. Si no ha llegado a tiempo, puede que se quede sin merendar.
En definitiva, sólo hay un modo de aprender a ser responsable y este es: practicar la responsabilidad... 

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