domingo, 20 de mayo de 2012

Decálogo (y más) sobre la discapacidad intelectual


Recojo algunos pensamientos, ideas y reflexiones que nos pueden ayudar a entender mejor a las personas –con discapacidad intelectual- y, sobre todo, a relacionarnos con ellas.

(1)      No hables de una persona con DI como si no estuviera delante. Sí se entera…
(2)      Apoya a la persona con DI a transformar sus sueños en objetivos. Sí tiene metas…
(3)      Da oportunidades a la persona con DI para elegir en actividades de la vida diaria. Porque sí le importa…
(4)      No limites la felicidad de las personas con DI. Porque si tú no te conformas, ellas tampoco…
(5)      Deja de pensar en la falta de capacidades y preocúpate por la falta de apoyos
(6)      No sustituyas a la persona con DI. Sí tú valoras tu autonomía, ella ¿por qué no?
(7)      No invadas en espacio y tiempo de una persona con DI. Igual que tú, necesita y valora la intimidad
(8)      Se puede hablar con naturalidad de la discapacidad. No tengas miedo a preguntar
(9)      No actúes de acuerdo a juicios de valor. La etiqueta “discapacidad” nos dice poco acerca de una persona
(10)  La DI es fruto de la interacción entre limitaciones individuales + factores del entorno. Si no puedes cambiar el cromosoma, cambia los apoyos
(11)  Un adulto con DI no es como un niño. Es un adulto, con DI
(12)  Los cambios en la vida de las personas con DI no ocurren dentro de las paredes de un aula, con un experto. Ocurren en su día a día, durante las rutinas diarias
(13)  Defiende los derechos de las personas con DI. Igual que los tuyos, no están sujetos a valoraciones
(14)  La felicidad no depende de la capacidad intelectual ni de la cantidad de apoyos que uno requiere
(15)  No reserves las metas y expectativas altas para unos pocos. La excelencia está al alcance de todos, personas con y sin discapacidad
(16)  Ten en cuenta los intereses y motivaciones propios de la persona con DI, aunque tú no estés de acuerdo

Y, sobre todo, no dejes que las personas con discapacidad se conviertan en personas marionetas dirigidas por terceros. Asegúrate de que vivan la vida que quieren vivir, acorde a sus posibilidades y preferencias, dotándoles de los apoyos necesarios.

2 comentarios:

  1. Creo que se podría resumir en: Pon énfasis en la persona, la DI es sólo una característica como cualquier otra. Cada persona es única e irrepetible, ahí su verdadero valor. Ayudar a alguien a potenciar sus facultades, aptitudes, destrezas y virtudes no es exclusivo para personas con DI, luego entonces, debemos estar abiertos al trato natural, espontáneo…

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  2. Exacto, primero la persona y luego todo lo demás. En realidad, la mayoría de las reflexiones, pautas, orientaciones que aquí se reflejan nos sirven a todos en la vida, tengamos más o menos capacidades.

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