Durante mucho tiempo, las personas
con DI han vivido permanentemente sujetas a decisiones y “planificaciones”
hechas por terceras personas, que, casi siempre, han querido lo mejor para
ellas. Cada vez más, existe un acuerdo según el cual este colectivo tiene
derecho a vivir según intereses personales y metas significativas propias,
adecuadas a sus capacidades y circunstancias. Sin embargo, tradicionalmente han
contado con escasas oportunidades para ello y no han recibido la formación ni
el apoyo específico que necesitan para hacer realidad este derecho.
Como consecuencia, muchas personas
con DI tienen dificultades para saber qué quieren, para tomar decisiones, para
establecer metas realistas, para definir objetivos personales… Muchos padres y
madres –también los profesionales- tienen, con frecuencia, la percepción de que
la persona con discapacidad no tiene
objetivos o bien éstos son inalcanzables
y poco realistas… Fantasías y sueños, más que un plan
de futuro asequible y “conectado” con el mundo (por ejemplo, querer ser
presidente del gobierno, estrella de rock, tener muchos hijos, conducir
camiones…).
En este camino de apoyar a la persona con DI es importante tener claras las diferencias entre los sueños y los objetivos:
Sueños
|
Metas
|
-Hablan de
deseos
-Son ambiguos
-Son generales
-No se pueden
medir
-Nos permiten fantasear,
dependen de la imaginación
-Se espera a que
ocurran
|
-Nos llevan a la
acción
-Son específicas
-Son operativas
-Se pueden medir (evaluar)
-Hacen
referencia a aspectos sobre los que tenemos control
-Se definen
pasos para lograrlas
|
Fijarse objetivos es ya en sí mismo
un desafío importante para la persona con DI, aunque no llegue a conseguirlos.
Además, igual que para el resto de personas, tener metas aumenta la autoestima,
aporta un propósito en la vida, ayuda a desarrollar habilidades variadas (toma
de decisiones, autoconocimiento…), contribuye a tener una estructura en la vida
diaria (a través de las responsabilidades, los horarios…) y estimula a la
persona para sentirse confiada y eficaz. En definitiva, nos ayuda a transformar
el control externo a control interno. Trabajar hacia objetivos personales es
uno de los elementos fundamentales de la autodeterminación.
Éstas son algunas de las ideas que
nos sirven para introducir el tema de los objetivos personales. Más adelante,
veremos cómo pueden las familias trabajar este aspecto con sus hijos y, sobre
todo, cómo pueden servirse y aprovechar los sueños de la persona con
discapacidad para orientarlos hacia metas reales.
Me gustó mucho el post. Sólo comentaría que en las distinciones entre: Sueños y Metas, se podría añadir la palabra “actitud” que sería pasiva en los sueños y activa en las metas. Además para entender mejor las diferencias podríamos decir que las metas derivan de algún sueño son los pasos que permiten materializarlo… Otra palabra, que desde mi parecer, cabe en esta reflexión es “sentido” que indica dirección, camino, trecho a recorrer para llegar a un puerto, a un destino.
ResponderEliminar