Promover la autodeterminación supone
planificar una enseñanza centrada en competencias funcionales, que permitan a la persona satisfacer necesidades y preferencias diarias, en
aspectos de la vida cotidiana, dependiendo, lo menos posible, de terceras personas.
Se entiende que, cuanto más a menudo
se necesite una determinada habilidad, más útil es practicarla y enseñarla. Es
decir, si una persona, para ir a trabajar, tiene que coger todos los días un autobús pero solamente una vez al año toma un avión, es funcional enseñarle a utilizar
el autobús. O, por ejemplo, iniciar y mantener una conversación, saludar,
despedirse, dar las gracias, etc. son habilidades funcionales porque se
necesitan, normalmente, varias veces al día.
La siguiente historia nos ayuda a
comprender este concepto. Además, aunque muestra situaciones extremas (y, afortunadamente,
cada vez menos frecuentes), lleva a reflexionar sobre aspectos interesantes acerca
del sentido de la intervención educativa…
Olá Araceli!
ResponderEliminarInteressante postagem e vídeo.
Parabéns pelo blog! Prazer estar aqui! Com tempo, venha ler e comentar INFAUSTA CORRIDA, O CHOQUE no http://jefhcardoso.blogspot.com
Abraço!