En su blog, mi tía contaría alguna anécdota de su infancia, como aquella vez que le dio miedo subir a un tobogán, o aquella otra que jugó de portera en un partido de fútbol. Hablaría también de su juventud, de sus amigas, del tiempo que estuvo trabajando y de los años en que cogía sola el autobús y fumaba. Probablemente, mi tía Roca confesaría que no le gusta madrugar, ni hacer las tareas de casa, que tampoco le gusta que la engañen ni que la traten como a una niña. Por supuesto, hay asuntos que mi tía se guardaría para ella (como que, de vez en cuando, coge cosas que no son suyas, come a escondidas en la cama o toma café directamente del bote...)
Explicaría que, en ocasiones, no entiende lo que ocurre a su alrededor. Y se quejaría de que, otras muchas, es su alrededor el que no le comprende a ella.
Creo que, en su blog, mi tía se preguntaría por qué tiene que haber un día dedicado a las personas como ella. Por qué, si ella no tiene nada de especial.
Porque de ella son todos los días del año.
21/03/2012 Ilustraciones: César Diez Torres
21/03/2012 Ilustraciones: César Diez Torres
Hola Ara. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarCreo que a Roca le encantaría eso de tener un blog. Ya conoces su vocación de periodista, como Nieves Herrero, con la que gasta toda la pintura amarilla en pintarle bien pintada la melena.
Un abrazo,
Ángela.
Gracias Ángela! Pues sí, lo del blog le encantaría... Estaría llenito de Nieves Herrero (y de autorretratos).
EliminarUn abrazo!
Ara.
Muy bonito y muy acertado.
ResponderEliminarMe quedo con que "se quejaría de que, otras muchas, es su alrededor el que no le comprende a ella".
Gracias Enrique!
ResponderEliminarSeguramente, se quejaría de eso y de muchas cosas más... Pero no le demos ideas que ya bastantes blogs hay en la familia...
Gracias!
ResponderEliminarQue lindo post, me emocioné un poco. Mi hermana tiene el síndrome del amor y no puedo imaginarme un segundo de mi vida sin ella
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